miércoles, 31 de marzo de 2010

Comunicación a través del cemento


Todo régimen ha demostrados su poder a través de diferentes medios propagandísticos: cartelería ,mítines, debates, exaltación de símbolos propios… Ahora bien, hay un aspecto que Gobbels no incluía en sus principios y es el de perpetuación. Un acto propagandístico sólido, es decir, la obra pública como misión propagandística (si bien es cierto que una bomba puede acabar con ella). Esto la Iglesia siempre lo tuvo presente a través de la creación de espacios propios de reunión, mediante la creación de iglesias y catedrales. Edificios imponentes que expresasen la grandeza de Dios en la tierra.
Hoy en día no estamos tan alejados de esta lógica de funcionamiento por parte de los poderes políticos. Ellos saben que la gente tiene presente lo que ve, que les hace sentirse orgullosos una obra arquitectónica aunque haya otras necesidades que son prioritarias para conseguir un mayor bienestar social.
Esta comunicación a través del cemento es una herramienta más de la dispone la comunicación política actual, si bien, un poco más costosa. No hace falta pensar en grandes edificios, las políticas municipales explotan esta pequeña artimaña comunicativa a través de la remodelación de la infraestructura urbana, carreteras, puentes …
Hace unas semanas tuve la oportunidad de estar en Berlín. Es una ciudad muy transgresora en su sentido estético (un caos controlado), dicen que camaleónica, las calles van cambiando tras los pasos de uno, algo así como el río heracliteano “nadie podrá pasar dos veces por la misma calle”.
Hay muchas construcciones que contemplar como símbolos de los regímenes políticos, pero hubo una que me pareció que respondía a un proyecto más allá de la mera comunicación política: la cúpula del Bundestag (Parlamento alemán).
Tras el incendio que sufrió el edificio durante los comienzos de la dictadura nazi no sería hasta los años 60 en los que comenzó a reformarse. Ya en los años 90 el proyecto cayó en manos del arquitecto Sir Norman Foster. Su gran aportación fue la cúpula con un diámetro de 40 metros y una altura de 23,5. Pero además de las buenas vistas que se pueden contemplar desde ella, destaca por su respeto al medioambiente. El sistema de calefacción y suministro eléctrico consta de una combinación de energía solar, ventilación mecánica, uso del suelo como almacén térmico, tecnología de cogeneración y aprovechamiento de materias primas renovables. ¿Responde esto a la coalición de los verdes con el SPD? En cualquier caso, considero que el propio edificio, por lo que representa, necesitaba su reconocimiento (símbolo de la democracia) lejos de pensar en quién estaba en ese momento en el poder.

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