lunes, 24 de mayo de 2010

Marca país: gestionando a través del soft power

¿Cómo nos perciben? ¿Cómo queremos ser percibidos?

El historiador Paul Kennedy ha empleado varios conceptos que forman parte de su explicación sobre estrategia en el ámbito de las relaciones internacionales: poder militar, poder económico y soft power. Los dos primeros son evidentes, con el último se refiere a la capacidad del actor político para incidir en las acciones o intereses de los ciudadanos de manera sutil.
Como ejemplos de softpower nos habla de: Hollywood, MTV, el poder de la lengua inglesa, publicaciones científicas, premios Nobel…
La imagen mostrada por EEUU fue mucho más atractiva para el mundo que la desintegración de la Unión Soviética o la falta de libertades en China. Pero todo depende la gestión gubernamental que se lleve a cabo, pues nadie vacilaría en valorar a Bush como un candidato que a tirado por tierra esa cara amable del país.
Pero ¿puede ser el candidato en sí una oportunidad de posicionamiento del país respecto a la imagen que se muestra? Incluso el fundamentalista más ciego de Hezbolá le sería difícil acusar a alguien llamado Barack Hussein, descendiente del profeta. Obama es un gran ejemplo de líder con atributos conciliadores, su inversión en soft power era tarea urgente. La imagen del líder es importante para la imagen del país, porque está en relación con las iniciativas que desarrolle. Puede haber elementos inherentes al líder que ayuden a hacer que determinadas políticas llevadas a cabo a través del soft power resulten más coherentes. ¿Ventaja competitiva? Todo depende del contexto internacional, de quienes sean el resto de actores.

¿Qué ocurre en España? Poco hay que decir de la imagen de España en el exterior cuando se la ha incluido el grupo de los PIGs (Portugal, Italia, Grecia y España). Y la situación se complica con el deterioro que está causando la crisis. La construcción de la imagen de un país es un proceso largo y costoso pero que se desvanece rápidamente. Ante esta situación habría que preguntarle a Jose María Aznar por qué se empeña en afirmar que “España es menos creíble cada día”, en esta ocasión en una entrevista para la CNN. Me pregunto, con estos comentarios ¿Quién va a querer invertir en España?

Paciencia. Pero no nos contentemos de que vendrán tiempos mejores, éstos depende de nosotros, aquí y ahora